Una joven que se iba a casar, fue a la guardia por un dolor abdominal y terminó muerta

Una joven que se iba a casar, fue a la guardia por un dolor abdominal y terminó muerta

Una joven de 19 años se iba a casar, pero un dolor abdominal la obligó a ir al hospital. Según la madre, le hicieron firmar unos papeles sin su consentimiento y falleció por causas que aún se investigan.

Katerina Azor de 19 años ingresó a una clínica de la localidad bonaerense de Pilar por un dolor abdominal. Estuvo cuatro días internada sin que los médicos supieran qué era lo que la aquejaba. Finalmente la joven falleció y ahora su familia denuncia al centro médico asegurando que se trató de un caso de mala praxis.

Roxana D’Angelo es la mamá de Katerina y quien está elevando la denuncia en todos los medios posibles para hacer justicia por su hija. En dialogo con El Termómetro Radio contó: “Tenía problemas a la hora de comer y por eso la internaron en la Clínica Nuestra Señora de Fátima. Le hicieron estudios de sangre, orina, ecografía y radiografía. El 27 enero me dijeron que estaba todo bien”.

En ese momento, la Dra. Puch, de la clínica Fátima, le había diagnosticado anginas y le ordenó un hisopado para descartar covid positivo. Entre sus síntomas, Katerina tenía vómitos, mucho dolor abdominal y fiebre luego de sus comidas diarias.

“Me llamaron porque no estaba en condiciones. Mi hija me pidió por favor que la vaya a buscar. Me dijeron que la tenían que llevar a cirugía para realizarle una laparoscopia a cargo del Dr. Gaspar Ridolfi”, aseguró Roxana cuando el caso de su hija empeoró.

Tras la operación permaneció en terapia intensiva y según los partes médicos, no había peligro alguno en la inflamación del apéndice. Ahí fue cuando Roxana estaba ansiosa de ver a su hija. “Yo estaba esperando en la puerta de la clínica y el Dr. Lafourcade me manda a llamar. Me dice que su estado se agravó, que tenía el hígado inflamado y que la iban a trasladar a un centro de alta complejidad hepática”, contó.

“Presuntamente iban a tener que trasplantarla, pero en INCUCAI no había ninguna orden ni pedido. Por otra parte en el Hospital de Clínicas tampoco se pueden realizar esas operaciones y tal pedido solo lo pueden hacer médicos del INCUCAI”, detalló la mujer.

“Ese mismo día el médico llamó a mi hijo, y cuándo subí a la habitación Katerina estaba muerta”, contó Roxana. “Confié en los médicos, les dejé la vida de mi hija en sus manos. Me enteré que le hicieron firmar una autorización para realizarle una operación de apéndice de la cual nunca fui informada. Mi hija no estaba en condiciones”, agregó desgarrada por la muerte de su hija.

El caso está en manos de la Fiscalía N° 3 de Pilar, a cargo de German Camafreitas Steffich, al mismo tiempo que la autopsia de Katerina Ayelén Azor y la confiscación de todos los estudios médicos realizados.