El intercambio entre el trapito y el hombre que realizó la aprehensión se hizo viral porque lo compartió en redes sociales Guillermo Montenegro, intendente del partido bonaerense de General Pueyrredón, al que pertenece La Feliz. El hombre que se dedicaba a pedir dinero a turistas y marplatenses a cambio de «cuidar» los vehículos estacionados en el espacio público, y justamente ese emprendedurismo fue lo que lo puso en aprietos.

«Nadie pidió plata a nadie, no hay ninguna denuncia. Estoy descansando como todo el mundo», aseguró el trapito al ser cuestionado, mientras el empleado municipal intentó razonar con él: «Justamente porque es un espacio público, usted no puede estar acá», le respondió.
«¿Qué es esta penitencia?«, preguntó el empleado cuando vio como el hombre se sentaba en el suelo caliente del estacionamiento de la Bristol.
«Ustedes no son nadie, no son nada«, vociferó el trapito en otro tramo del video, que fue editado para darle dinamismo al mensaje.
«Todas las veces te vamos a venir a buscar, tomatelas», espetó el funcionario municipal antes de retirarse del lugar con el trapito, cual cierre de una pantomima que pasó desapercibida mientras los turistas y locales disfrutaban del día de playa.